¿Confiarías en alguien que dice que todo tiene precio?
Me inquieta la gente que reduce todo a dinero. Pensémoslo bien: cuando alguien dice "todo es negocio" o "todos tienen su precio", en realidad está confesando algo perturbador sobre sí mismo.
Si para esa persona: - La amistad tiene precio - La lealtad se compra - La moral es negociable - Los principios son transables - La familia es un activo
Entonces está admitiendo que: 1. Te traicionaría por dinero 2. Mentiría por beneficio 3. No tiene valores reales 4. Ve las relaciones como transacciones 5. Todo lo mide en términos monetarios
Es fascinante cómo esta mentalidad: - Proyecta su propia falta de valores en otros - Asume que todos son igual de venales - Justifica su falta de principios como "realismo" - Considera ingenuos a quienes tienen valores intransables - Ve la ética como una desventaja competitiva
¿No es irónico confiar en alguien que abiertamente admite que te traicionaría por el precio correcto?
¿Qué opinan? ¿Podemos realmente construir una sociedad funcional cuando todo se reduce a una transacción?
Edit: No es una crítica al mercado en sí, sino a quienes no reconocen límites a la mercantilización.